Historia


Pues quiso Dios que a mediados de los años sesenta, en el siglo pasado, surgiera en medio de un lugar desierto, un pequeño barrio. Cincuenta edificios de ocho, diez o dieciséis viviendas cada uno constituyen la urbanización. Tenía una vía de acceso que conectaba con  la carretera general del sur de Tenerife.
El nuevo barrio pertenecía al municipio de El Rosario, pero pocos años después pasó a pertenecer a Santa Cruz de Tenerife. Será la empresa constructora de la urbanización, que era valenciana, la que propuso el nombre de la urbanización: Ciudad Satélite - Santa María del Mar.


El obispo de Tenerife: Don Luis Franco Cascón, enterado de todo esto y sabiendo que ya habían llegado los primeros habitantes al lugar, erigió una primera parroquia dedicada a Santa María Virgen, en su advocación del Mar.

Mandó el Señor Obispo un sacerdote: Don José Carlos, al cual la gente recuerda como muy bueno pero que pronto se fue a ser rector del seminario diocesano. Llegó un nuevo sacerdote: Don Angélico, cuyo empeño fue la catequesis y las celebraciones de la eucaristía. Tras él vendría Don Jesús. Estos dos últimos también estuvieron pocos meses. Pero ocurría una cosa: La parroquia no tenía un templo. Hasta el momento solo se tenía un salón para las celebraciones en los locales situados bajo el bloque 11, donde aún, hasta nuestros días queda lo que fue el campanario

Mandó el Obispo Luis al que sería primer cura-párroco, Don Raimundo Moreno, este sacerdote tendría una difícil misión: la edificación del complejo parroquial de Santa María del Mar. Se puso mucho empeño durante años y se necesitó recaudar mucho dinero.

Y llegó el gran día: El 11 de noviembre de 1979, el obispo Luis Franco Cascón, acompañado del párroco, consagra el nuevo templo. Allí la iglesia se reunía para dar gracia a Dios por este fruto del esfuerzo de todos.

Posteriormente vendría como párroco Don Argelio Alonso, que estuvo pocos años y lo sucedería Don Agustín Mendoza, con él se instituye la catequesis familiar en la parroquia.  En estos años llegan los primeros pobladores de  Añaza, y que acuden a Santa María, donde está la única parroquia. En 1993 se segrega Añaza, erigiéndose una nueva parroquia.

En el año 2000, llega un nuevo párroco, él es Juan Antonio Guedes, junto a la comunidad hace posible una restauración del interior del templo, ya que estaba estropeado y necesitado de arreglos. El 12 de septiembre de 2003, presididos por el Obispo Felipe Fernández García se abre de nuevo el templo tras varios meses cerrado.

 En este periodo, de entre la comunidad, un catequista: Víctor González es ordenado diácono y es puesto al servicio de la misma durante dos años. En este tiempo crece un nuevo barrio: Cuevas Blancas. El mismo obispo erige en 2002 una nueva parroquia que tendrá dos patronos: La Virgen María Inmaculada y el Beato Manuel González García.

Llegado el año 2008, llega un nuevo párroco, Don Valentín González...


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