Al igual que en el cenáculo de Jerusalén, hoy en Santa María del Mar, Jesús nos invitó a sentarnos en la mesa de la fraternidad, lavó los pies a sus seguidores y se nos quedó hecho Eucaristía.
El misterio Eucarístico centró la miradas de todos los que allí nos reunimos horas mas tarde. "Fijos nuestros ojos en él" nos quedamos, compartiendo unos momentos de medicación, oración y pasajes bíblicos.
El monumento, que fue realizado el día anterior, expresaba de forma sencilla la cena pascual que el mismo Jesús celebraba aquella primera Semana Santa. El pan, que se convierte en el Cristo entregado. Las uvas de las que se obtiene el vino, será la sangre derramada para el perdón de los pecados. Las verduras amargas, aquellas que comieron los hebreos recordando al amargura de la esclavitud. y en el centro del monumento está el bello y hermoso Señor Jesús, el cordero pascual de la nueva alianza.
Un buen números de cristianos nos reunimos en esta primera celebración del triduo pascual, donde se destacaba la presencia de bastantes jóvenes.
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